Impulsado por los profesores de Química estadounidenses Jonatham Bergmann y Aaron Sams, el modelo pedagógico Flipped Classroom, aula invertida o clase al revés, es uno de los que más se ha extendido en aulas de todo el mundo y suele destacarse como ejemplo de innovación educativa.
Es un modelo mixto o blended learning, es decir, presencial y no presencial, en el que algunos procesos del aprendizaje se destinan al trabajo autonómo fuera de clase y otros se concentran en el espacio colectivo del aula con la orientación del docente. Se invierte así parte del proceso de enseñanza-aprendizaje del modelo tradicional. ¿Qué cambio supone por parte de la práctica docente? ¿Cuál es la importancia en este modelo de la tecnología en el aprendizaje? ¿Qué beneficios puede aportar?
Llegar a clase con la «lección aprendida»
De acuerdo con la distribución de los procesos de aprendizaje fuera o dentro del aula que propone el modelo de Flipped Classroom:
- El espacio autónomo del hogar (las «tareas de casa») se reserva para la adquisición previa de conocimientos a través de vídeos, animaciones, actividades introductorias, infografías o cualquier tipo de documentación. Cada estudiante, en función de sus preferencias y ritmos de aprendizaje, puede personalizar este proceso repitiendo el visionado de determinado vídeo o centrándose en su formato preferido.
- El espacio del aula se concentra en la profundización y ampliación de los contenidos. Según las necesidades, se resuelven dudas, se afianzan los conceptos o analizan casos, se realizan actividades o incluso se desarrollan proyectos. Siempre enfatizando un planteamiento colectivo y más práctico.
Sin embargo, el modelo pedagógico Flipped Classroom o aula invertida no debe entenderse como un modelo radicalmente opuesto al «tradicional», en el que los alumnos y alumnas «aprenden solos»
Ventajas del modelo pedagógico de Flipped Classroom, aula invertida o clase al revés
Entre las principales ventajas de Flipped Classroom o aula invertida podrían destacarse:
- Concede un papel activo y más autónomo al alumnado, contribuyendo también a una mayor implicación
- En cuanto a la personalización, facilita que puedan aplicarse diferentes ritmos o preferencias de aprendizaje individual
- En el espacio del aula, el docente puede dedicar tiempo a un trabajo más individual y cercano al alumno
- El profesorado puede contar con mucha información extraída del seguimiento de las actividades que el alumnado realiza fuera para adaptar sobre la marcha las sesiones de aula
- Favorece el trabajo colectivo en el aula, con la posibilidad de aplicar los conocimientos adquiridos en casa en proyectos o actividades colectivas
- Permite una aplicación inteligente de la tecnología con el uso, por ejemplo, de documentos textuales, visuales o audiovisuales por parte del alumno en su hogar
La clave del éxito del modelo pedagógico
Una cualidad principal del modelo es centrar gran parte del aprendizaje en la actividad autónoma del alumnado. En la práctica, la posibilidad de adoptar un modelo de aprendizaje activo y reducir el tiempo dedicado en las clases magistrales centradas en la exposición teórica puede resultar muy beneficiosa.
La clave del éxito vuelve a ser el papel que ejerce el docente y en su selección de adecuadas estrategias tanto en el aprendizaje como en la evaluación. Son fundamentales:
- El diseño y la preparación de las actividades que lleve a cabo el alumnado dentro y fuera del aula.
- La planificación de todas las actividades, especialmente en un modelo que también debe permitir cierta flexibilidad.
- La actitud del docente para no centrarse en el modelo de clase magistral y destinar la actividad del aula a un enfoque práctico basado en la realización conjunta de actividades, aunque no se trate de abandonar la exposición en clase.
- Las implicaciones del modelo en la evaluación. De un modo destacado, deben formar parte de la propia evaluación la realización de las actividades tanto dentro como fuera del aula. Al evaluar la asimilación de contenidos se puede tener en cuenta la exposición y argumentación que el alumnado realiza en el aula.
Con la práctica, el docente pueda adoptar este modelo pedagógico para ir adaptando sus ventajas a su propia metodología
El peso específico de la tecnología
Jonatham Bergmann y Aaron Sams, propulsores de Flipped Classroom o aula invertida, empezaron a grabar en vídeo ellos mismos sus clases para contrarrestar las ausencias habituales de sus alumnos debido a las condiciones de la zona rural en la que eran profesores de Secundaria. La práctica acabó siendo todo un éxito y los vídeos eran vistos de forma repetida también por los alumnos que sí asistían a clase habitualmente.
Así, aunque a menudo la práctica de este modelo se centra en los vídeos, no debe entenderse como una propuesta dependiente de la tecnología. Se trata de recurrir a sus ventajas para enriquecer los procesos de aprendizaje y acercarlos al lenguaje en el que está inmerso el alumnado. Sin embargo, el éxito no se centra en la realización de vídeos ni mucho menos en que estos muestren calidad profesional.
«Pedagogía primero, tecnología segundo» fue uno de los lemas del congreso organizado en 2018 por la organización Academy of Active Learning Arts and Sciences. En este congreso se reunieron más de cien docentes experimentados en el modelo, procedentes de cuarenta y nueve países.
Para saber más
- En inglés, en Flipped Global Iniciative el propio Jonatham Bergmann explica el modelo y puede encontrarse información diversa sobre su puesta en práctica, experiencias compartidas por profesorado de todo el mundo, acreditación, etc.
- En español, la web theflippedclassroom.es, creada por el profesor de didáctica Raúl Santiago, describe el modelo, muestra experiencias concretas en todas las etapas, propone talleres, etc.
